martes, 12 de junio de 2012

CARRETERAS DE LA SIERRA PIURA ABANDONADAS

Hasta el día de hoy (12 de junio de 2012) aún no llega la ayuda para los hermanos de los pueblos de la Sierra de Piura: Santa Catalina de Mossa, Chalaco y Santo Domingo. Solicitan al Gobierno Central su pronto ayuda para dar solución a estos graves problemas de la vía de comunicación de los pueblos, solución inmediata para no dejar aislados a los pobladores que son tan peruanos como los que están en Lima, Piura o cualquier parte del Perú.

martes, 13 de marzo de 2012

MARIO VARGAS LLOSA



Jorge Mario Pedro Vargas Llosa (Arequipa, Perú, 28 de marzo de 1936), Marqués de Vargas Llosa, más conocido como Mario Vargas Llosa, es un escritor en lengua española, uno de los más importantes novelistas y ensayistas contemporáneos. Peruano de nacimiento, cuenta también con la nacionalidad española, que obtuvo en 1993.

Su obra ha cosechado numerosos premios, entre los que destacan el Nobel de Literatura en 2010, «por su cartografía de las estructuras del poder y sus imágenes mordaces de la resistencia del individuo, su rebelión y su derrota»; el Premio Cervantes (1994) y el Premio Príncipe de Asturias de las Letras (1986), entre otros.

Al igual que otros autores latinoamericanos, ha participado en política, siendo defensor de las ideas liberales. Fue candidato a la presidencia del Perú en 1990 por la coalición política de centroderecha Frente Democrático (Fredemo).

Vargas Llosa alcanzó la fama en la década de 1960 con novelas, tales como La ciudad y los perros (1962), La casa verde (1965) y Conversación en La Catedral (1969). Continúa escribiendo prolíficamente en una serie de géneros literarios, incluyendo la crítica literaria y el periodismo. Entre sus novelas se cuentan comedias, novelas policiacas, novelas históricas y políticas. Varias de ellas, como Pantaleón y las visitadoras (1973) y La Fiesta del Chivo (2000), han sido adaptadas y llevadas al cine.

LA DESAPARICIÓN DE LOS PIAJENOS



Por Mario Vargas Llosa:
Han desaparecido los burritos de las calles y los alrededores de Piura. Los piuranos los llamaban “piajenos” y el sobrenombre les caía como anillo al dedo: eran los pies de los demás. Y, por supuesto, también los lomos y los brazos. Estoicos y pacientes cargaban costales de fruta, leña, gentes, todo lo que se podía cargar, y se los veía trotando día y noche por las calles de altas veredas, soportando maltratos de los malhumorados y los sádicos, alimentándose de lo que encontraban al paso o viviendo del aire y de su mera terquedad de no resignarse a morir. Pero ahora se han extinguido y a nadie le importa, y algunos lo celebran porque saben que la desaparición de los piajenos es, ay, síntoma inequívoco de modernización y de progreso.
 
Y es verdad: los cambios en todo Piura son impresionantes. La Piura de mi memoria se ha volatilizado en un torbellino de gigantescos centros comerciales, flamantes urbanizaciones que se comen el desierto, gallardos edificios, universidades, colegios, fábricas, nuevas avenidas, nuevos hoteles y plantaciones de agroindustria para la exportación que han puesto a esta región a la vanguardia del desarrollo peruano. Al igual que Ica, que ya lo alcanzó, Piura raspa ya ese milagro, el pleno empleo, y, en ciertas épocas del año debe importar trabajadores de la sierra para cubrir las demandas de mano de obra para el campo y la construcción. En la Plaza de Chulucanas escucho un parlante que invita a la gente local a enrolarse para ir a trabajar a la capital del departamento; ofrecen “buen trato, buen salario, contrato y seguridad social”.  Nunca creí que lo vería y ahora lo veo: el Perú despegó por fin y la Piura querida de mi infancia y adolescencia está en el pelotón de cabeza de esta transformación.
 
Pero, para alguien de mi generación, toda ciudad es ya, como lo era Madrid en el poema de Dámaso Alonso, un cementerio de un millón de cadáveres. La guadaña del tiempo se ha llevado no sólo a todos mis profesores del Colegio San Miguel de Piura, sino también a mis compañeros de clase y a buena parte del elenco, los escenógrafos y los técnicos con los que subimos a escena, en el ya desaparecido Teatro Variedades, “La huida del Inca”, la primera obrita de teatro que escribí, en aquella Semana de Piura de julio de 1952, la experiencia más conmovedora para mí en ese año extraordinario que pasé en casa de mis tíos Lucho y Olga, en el que, además de alumno sanmiguelino, fui periodista en el diario La Industria, fabricante de versos y de cuentos, autor y director de teatro, y hasta líder, con Javier Silva Ruete, de una huelga estudiantil.
 
Alguien ha encontrado una fotografía del estreno de “La huida del Inca” –siempre creí que no existía ninguna- y el momento más emocionante de esta visita es rememorar, gracias a aquella imagen, esa noche inolvidable. Ahí están, medio sepultados bajo los emplumados ornamentos con que Carmela Garcés y el profesor Aldana los vistieron de Incas,  Yolanda Vilela y la bella Ruth Rojas, y ese hombre-ídolo que blande la mascaipacha imperial debe ser Ricardo Raygada. Yo, aunque no aparezco en la borrosa foto, es seguro que estoy también ahí, escondido en esas bambalinas que se divisan a un costado, enternado de azul y comiéndome las uñas de tanta emoción.
 
El Hotel de Turistas, en la Plaza de Armas de los eternos tamarindos, donde a mis once años descubrí que tenía un padre vivo y vi al personaje por primera vez, está siempre allí, pero ahora se llama Los Portales y el patio de los “sábados bailables” se transformó en un comedor. El Viejo Puente se desplomó, se lo llevó el río en una de sus crecidas,  y lo ha reemplazado un puente colgante que ahora es peatonal. Los estragos causados por el Niño desvistieron el elegante Malecón Eguiguren y dieron buena cuenta de gran parte de las nobles casonas que lo engalanaban. El urbanicidio más triste es el de la Casa Eguiguren, seguramente la de mayor prestancia e historia de la ciudad, desfondada, desenrejada, saqueada de sus azulejos, de su artesonado, de sus puertas con clavos y convertida en un amasijo de ruinas pestilentes.
 
Pero la Plazuela del pintor Merino se conserva casi intacta,  con la Iglesita del Carmen, convertida en un museo de arte religioso, y la casita donde vivía el párroco, el Padre Santos García, salmantino, cascarrabias, filatelista y profesor de religión, quien, en ciertas clases, presa de inspiración bíblica, tronaba de tal modo que hacía estremecerse las viejas paredes de quincha del colegio San Miguel. Éste se halla aún en pie, con sus aulas de techos altísimos, sus patios centenarios, su teatrín colonial, y hay esperanzas de que se convierta en un gran centro de cultura.  
 
Cuando yo vine a Piura por primera vez, el río Piura era de avenida, y la llegada de las aguas, al comenzar el verano, se celebraba con una fiesta en la que participaba toda la ciudad. Había fuegos artificiales, bandas de música, y el mismísimo obispo se metía al cauce con sus hábitos morados, a bendecir la llegada del agua que traía vida, trabajo y alegría a los piuranos. Ahora el Piura es un río de aguas permanentes y la orilla opuesta ya no tiene arenales y algarrobos sino modernos edificios, las nuevas instalaciones del Colegio Salesiano y el gigantesco campus de la Universidad Nacional de Piura. En algún lugar de lo que es ahora el vasto distrito de Castilla yacen las cenizas de lo que fue, alguna vez, la pecaminosa Casa Verde.
 
El desierto, que rodeaba a la ciudad y la llenaba de arena las tardes de viento fuerte, ha desaparecido. Los cincuenta kilómetros que separan a Piura de Chulucanas están ahora llenos de árboles, matorrales, pastos, sembríos, y hasta los lejanos contrafuertes de la Cordillera, que yo recordaba grises y pelados, se han cubierto de verdura. Sólo el pueblecito de Yapatera, a unos cinco kilómetros de la capital de Morropón, permanece fiel a sí mismo, pequeño y acogedor, calcinándose al sol con sus casitas frágiles de adobe y de cañas, y su iglesita austera y despojada, con su techo de calamina y la coloreada imagen de San Sebastián. La casa de los McDonald, donde pasé algún fin de semana y monté caballo por primera vez, es una ruina de la que han tomado posesión un búho y unos murciélagos que, ominosos y silentes, trazan círculos sobre mi cabeza cuando recorro esos escombros tratando de localizar la terraza donde el dueño de casa, un inglés, y su esposa Pepita, tomaban todas las tardes el five o’clok tea, contemplando el quebrado horizonte de la Cordillera Negra.
 
Yapatera es un caso aparte porque, en un entorno social de indios, cholos y blancos, fue durante mucho tiempo un pueblo negro. Según don Fernando Barranzuela, el sabio del lugar, en el año de 1609, en plena colonia, el señor feudal de Yapatera compró catorce esclavos negros –diez hombres y cuatro mujeres- procedentes de Cumaná (Venezuela), a los que los indios del lugar apodaron los “cumananeros”. Así nacieron las famosas cumananas, contrapuntos líricos de versos rimados -desafío y réplica- en que son maestros consumados los yapateranos. Paso cerca de un par de horas, bajo los molles, sauces y algarrobos de la placita de Yapatera oyendo las cumananas con que don Fernando Barranzuela y Juan Manuel Guardado, los dos bardos locales, se provocan y burlan de sí mismos. Las letras son por lo general de afiebrado contenido sexual y, como suele ser frecuente en la poesía popular, rezuman machismo, racismo y chauvinismo. (Desafío: “Me puse a lavar un negro/ a ver si se desteñía;/ cuanto más lo jabonaba/ más negro se me ponía”./ Réplica: “Yo también bañé a un blanquito/ a ver qué cosa decía;/ le metí un dedo al potito/ y el maricón se movía”)
 
Toda esta región en los viejos tiempos estaba llena de cañaverales y trapiches y hasta el aire parecía impregnado con la dulcísima miel de la chancaca. Ya no queda uno solo. Alrededor de Yapatera hay todavía arrozales pero todo el contorno está dedicado a la siembra de frutas para la exportación. Hago un alto en la antigua hacienda de Sol Sol y de nuevo me doy de bruces con la Piura modernísima del siglo XXI: viñedos que se extienden hasta perderse de vista, alineados al milímetro y se diría podados por artistas; almacenes, depósitos, empaquetadoras, comedores y baños relucientes; sembríos de paltas y mangos. Los dueños de la empresa Saturno me explican que sus clientes abarcan un abanico de países de varios continentes y que, en los períodos de mayor actividad, más de dos mil familias viven del trabajo en esta finca.
 
Ya de regreso a la ciudad, veo a orillas de la carretera, en una ranchería de chozas donde se ofrecen bebidas y carne seca a los viajeros, algo que me hace detener. Está tumbado al sol, revolviéndose sobre sí mismo en la tierra parda y áspera, peludo, grisáceo y, a juzgar por los desafinados rebuznos que lanza de pronto, sin ton ni son, gozando del instante. El último piajeno de Piura parece feliz.

¡ALERTA! EN TALANDRACAS: CENTRO DE SALUD NO SIRVE


En Villa Talandracas del distrito de Chulucanas-Piura, existe un Centro de Salud con tan solo 8 años de haberse construido. Hoy, no sirve para atender a mas de 2 mil 500 familias que radican en esta Villa. La mayoría de sus paredes están rajadas, el piso de igual forma y la movilidad que servía para trasladar a pacientes en estado de emergencia, esta convertida una chatarra. 

Según el ex – alcalde delegado de esta Villa, Manuel Valdiviezo Cienfuegos nos informó que la reconstrucción de esta Posta de Salud, gano en el Presupuesto Participativo dentro del Plan de Inversiones de la Municipalidad Provincial de Morropón. Pero nunca se hizo tal obra. 

Por lo que exige que se cumpla con hacer la obra, toda vez que Villa Talandracas es una zona arrocera y los zancudos están a la orden del día y lo que más se teme es un posible rebrote del Dengue y esto afectaría a las mas de 2 mil 500 familias que radican en esta zona arrocera. Señor Presidente de la Región Piura, señor Alcalde de la Provincia de Morropón-Chulucanas le hacemos de su conocimiento para que tomen cartas en el asunto, hay vidas humanas que necesitan de su atención.

viernes, 9 de marzo de 2012

ENCUESTA NACIONAL ESTABLECERÁ MEJORES POLÍTICAS PÚBLICAS QUE PROMUEVAN LA INCLUSIÓN SOCIAL DE LOS DISCAPACITADOS


Lima-Perú.- A fin de establecer las mejores políticas públicas a favor de las personas con discapacidad en el país, la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), oficializó la creación de una Comisión Multisectorial encargada de apoyar y asesorar la preparación, formulación y ejecución de la próxima Encuesta Nacional Especializada sobre Discapacidad.

La encuesta responde al objetivo de alcanzar la inclusión y la participación plena de las personas con discapacidad. Cabe recordar que el período 2007- 2016 fue declarado como el “Decenio de las personas con Discapacidad en el Perú”.

Se demandando, por lo tanto, a todos los sectores y niveles de gobierno, impulsar programas, proyectos y acciones encaminadas para alcanzar la plena inclusión social  de los discapacitados de nuestro país.

La realización de la encuesta responde también al “Convenio sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y su Protocolo Facultativo” de las Naciones Unidas el cual   suscribió el Perú en el año 2007.

La Resolución Suprema Nº067-2012-PCM publicada en el diario oficial dispone que la Comisión Multisectorial deberá instalarse en un plazo no mayor a diez días hábiles y estará adscrita al Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP).

La Comisión Multisectorial no demandará recursos adicionales del Tesoro Público; sus integrantes actuarán ad Honorem y  deberá aprobar su reglamento interno en un plazo de quince días calendario a partir de su instalación.

Estará integrada por un representante del Instituto Nacional de Estadísticas e Informática, Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad, un representante de los Ministerios de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Economía y Finanzas, Salud, Educación, Trabajo y Promoción del Empleo, Desarrollo e Inclusión Social, Trasportes y Comunicaciones, Vivienda, Construcción y Saneamiento; y de Relaciones Exteriores.

También, por representantes del Instituto Nacional de Rehabilitación “Dra. Adriana Rebaza Flores” y del Instituto Nacional de Salud Mental “Honorio Delgado – Hideyo Noguchi”

Lima, 7 de marzo de 2012. 
Oficina de Prensa e Imagen Institucional.

jueves, 8 de marzo de 2012

PRESIDENTE DEL CONSEJO DE MINISTROS, OSCAR VALDÉS VIAJA A LA PROVINCIA DE LA CONVENCIÓN


Lima-Perú.- El Presidente del Consejo de Ministros, Oscar Valdés Dancuart viajará en fecha próxima a la provincia de La Convención en la región Cusco, en donde era esperado este viernes 9 para presentar una agenda con propuestas y proyectos orientados a atender las necesidades básicas de su población.

La visita responde a un compromiso que asumió el ministro Valdés con el presidente regional del Cusco, Arq. Jorge Acurio Tito, y dirigentes de los productores de hoja de coca. La postergación ha sido decidida por acuerdo mutuo.

El Jefe del Gabinete ha encargado a un grupo de funcionarios de diferentes sectores la elaboración de propuestas de desarrollo a implementarse en La Convención, una provincia cusqueña con menos de 200 mil habitantes y que requiere de infraestructura social básica.

El desplazamiento del Presidente del Consejo de Ministros, acompañado de integrantes del Gabinete y funcionarios, a diferentes localidades del interior del país obedece a la política de acercamiento del Estado a los pueblos más alejados y que requieren una atención directa.
                                                     
Valdés estuvo recientemente en Satipo, en donde asistió a un encuentro de las comunidades nativas de la macro región de la Selva Central. Y luego en Jauja y Huancayo a donde acudió para atender las demandas sociales de la Región Junín así como los reclamos y propuestas de la Junta de Usuarios de Riego del Rio Mantaro.

En los próximos días, se reprogramará el viaje a La Convención luego de las coordinaciones entre el ministro Valdés, las autoridades locales y dirigentes de organizaciones sociales de Cusco.

Lima, 6 de marzo de 2012. 
Oficina de Prensa e Imagen Institucional.

SALUDO DE LA ASOCIACIÓN NACIONAL DE PERIODISTAS DEL PERÚ

Lima-Perú.-
La Asociación Nacional de Periodistas del Perú, en esta fecha tan signada en la lucha por el reconocimiento de derechos, recuerda la gesta dramática de aquellas mujeres trabajadoras textiles que perdieron la vida hace más de un siglo en Nueva York. En ellas a todas las trabajadoras del mundo que durante siglos han sido víctimas de marginación, discriminación y exclusión.

La hazaña de ese centenar de mujeres que murieron en un hecho que conmocionó a la opinión pública no fue en vano. A partir de ese nefasto marzo de 1911 las mujeres forjaron un tejido sindical y social que movilizó a las y los trabajadores de todos los continentes en procura de mejores condiciones de vida y trabajo.  

El Perú no ha sido la excepción. Sin embargo se ha avanzado a paso lento. El pleno ejercicio de los derechos de las mujeres y el permanente llamado a la igualdad siguen siendo una agenda pendiente en un país marcado por los altos índices de mortalidad materna, el feminicido, las brechas salariales, la discriminación en el empleo y un sinnúmero de problemáticas que demandan del Estado garantías para un acceso igualitario a la educación, oportunidades de trabajo, salarios, respeto, dignidad, participación, protección frente a la violencia y a tantos otros abusos que las mujeres peruanas, sobre todo mujeres trabajadoras, deben sortear a diario.

En esta fecha de especial significado universal, la ANP quiere rendir especial homenaje a las periodistas peruanas, en la figura de Angela Ramos, primera reportera, Rosa Hernando, primera locutora y Magda Portal, quienes escribieron con sus acciones las más hermosas páginas de la épica historia del gremio de los periodistas en el Perú.

En ellas recordamos también a todas aquellas mujeres periodistas que perdieron la vida en el ejercicio de la profesión, víctimas de la demencial violencia senderista y del propio terrorismo de Estado de las décadas del ochenta y noventa. A todas esas compañeras decirles que no las olvidamos, que la valentía con que defendieron el derecho a la palabra en los más recónditos rincones del país sigue inspirando la lucha diaria de las generaciones de ayer y hoy.

En esta fecha, además, la ANP reconoce con orgullo a aquellas mujeres que han asumido su rol histórico de manera hidalga. Hoy son muchas las que presiden nuestras Asociaciones Provinciales, son otras tantas las que desempeñan altas responsabilidades en el Comité Ejecutivo Nacional y en el Buró diario. Esos nombres, que escriben la historia de hoy, son testimonio certero que en la ANP la igualdad real no es un promesa, es una realidad que se ejercita en la brega diaria, que no se queda en el lenguaje inclusivo sino que trasciende a las acciones pensadas y actuadas por hombres y mujeres que hoy, a casi 84 años de fundación del gremio, siguen demostrando que la defensa de los derechos no es cuestión de un día, sino de todos los días.
 
 
Lima, 8 de marzo del 2012
 
 
Roberto Mejía Alarcón
Presidente ANP
 
COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL